The depression report: A new deal for depression and anxiety disorders
Así titula la prestigiosa London School of Economics un informe realizado el año pasado sobre la atención a los trastornos depresivos y de ansiedad en el sistema sanitario público británico (NHS).
Empieza con dos noticias, una buena y otra mala. Empezaremos con la mala: una de cada 6 personas podría ser diagnosticada de depresión o trastorno depresivo crónico; y la buena, que ya existen terapias psicológicas basadas en la evidencia que pueden ayudar, al menos, a la mitad de los afectados. Hace énfasis en el carácer empírico y acotado en el tiempo de estas terapias psicológicas, de carácter cognitivo-conductual, cuando dice: “these new therapies are not endless nor backward looking treatments”. Y aquí, que cada uno entienda lo que quiera. Yo lo tengo claro.
El estudio, realizado con datos y profesionales del sistema sanitario británico, llama la atención sobre el hecho que haya un millón de personas incapacitadas por los trastornos depresivos y de ansiedad, sobrepasando el número de parados, por la cual cosa y siendo como es el problema del desempleo un asunto tan primordial para todas las administraciones públicas, no se esté invirtiendo los recursos necesarios para disminuir tal gasto.
Continúa dando datos:
• 40% de las incapacidades en GB es debida a trastornos psíquicos
• 40% de las ayudas va a personas con trastornos mentales
• 6 millones de personas, aproximadamente, sufren ansiedad o depresión, o ambas
• Sólo 25% de los diagnosticados recibe algún tipo de tratamiento. Por ejemplo, en los últimos 12 meses de los diagnosticados de trastorno depresivo sólo un 8% ha sido visto por un psiquiatra; el 3%, por un psicológo
• A pesar de que los trastornos depresivos y ansiosos explican un 1/3 de las discapacidades, sólo representa el 2% del gasto del sistema de salud público
• La mayor parte de este gasto va a trastornos graves como la Esquizofrenia o el Trastorno Maníaco-Depresivo, el 1% de la población, que no es poco
• El coste económico de los trastornos ansiosos y depresivos, teniendo en cuenta la pérdida de trabajo, absentismo laboral, problemas de salud asociados, etc. es de 12 billones de libras al año (!), el 1% del PIB de GB, de los cuales 7 corresponden a las ayudas públicas (pagos o falta de ingresos)
• £750 mensuales/persona es lo que cuesta la incapacidad en términos de ayudas y pérdida de impuestos
• £750 sería el coste del tratamiento, que se autofinanciaría si se consiguiera que esa persona trabajara un mes más o lo que es lo mismo, se incorporara un mes antes a su ocupación laboral.
• 50% de los tratados con técnicas cognitivas-conductales durante 4 meses mejora tanto a corto como a largo plazo; las recaidas son más frecuentes en la depresión que en la ansiedad
Finalmente, las propuestas son:
• Cada servicio que ofreciera terapia podría atender a unos 800.000 personas al año
• En los equipos intervendrían medicos de cabecera, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y terapeutas ocupacionales, entre otros profesionales
• Cada equipo trabajaría de forma multidisciplinar y autónoma
• Si cada terapeuta se hace cargo de unos 80 pacientes cada año, serían necesarios 10.000 nuevos terapeutas; de los cuáles, la mitad pueden ser psicólogos clínicos, y la otra mitad, profesionales sanitarios no psicólogos previamente formados en técnicas psicológicas
• Para evitar una mala praxis de los profesionales, sería necesaria la acreditación de los terapeutas mediante cursos especializados y supervisados
• La puesta a punto del plan de atención a los trastornos depresivos y de ansiedad sería de 7 años
Tras leer el informe me asaltan las preguntas: ¿sería posible un estudio similar en España?, ¿están las administraciones y servicios sanitarios españoles lo suficientemente maduros para incluir en el sistema sanitario público otros tratamientos que no sean los farmacológicos?, ¿de verdad existe el modelo biopsicosocial del que tanto se habla durante nuestra formación?…
Ya para acabar, unas jornadas organizadas por la Fundació la Caixa para el próximo mes de febrero, con el título: “Bioenginyeria o medicina? Jornades sobre el futur de la formació integral del metge”. No sé si podré asistir pero me gustaria saber qué se dice, ya que como psicólogo me preocupa si se reconoce de una vez la necesidad de los profesionales de la Psicología trabajando conjuntamente con los médicos y demás profesionales sanitarios, o si concluyen que los médicos, además de hacer Medicina también tienen que hacer de de psicólogos…
Así titula la prestigiosa London School of Economics un informe realizado el año pasado sobre la atención a los trastornos depresivos y de ansiedad en el sistema sanitario público británico (NHS).
Empieza con dos noticias, una buena y otra mala. Empezaremos con la mala: una de cada 6 personas podría ser diagnosticada de depresión o trastorno depresivo crónico; y la buena, que ya existen terapias psicológicas basadas en la evidencia que pueden ayudar, al menos, a la mitad de los afectados. Hace énfasis en el carácer empírico y acotado en el tiempo de estas terapias psicológicas, de carácter cognitivo-conductual, cuando dice: “these new therapies are not endless nor backward looking treatments”. Y aquí, que cada uno entienda lo que quiera. Yo lo tengo claro.
El estudio, realizado con datos y profesionales del sistema sanitario británico, llama la atención sobre el hecho que haya un millón de personas incapacitadas por los trastornos depresivos y de ansiedad, sobrepasando el número de parados, por la cual cosa y siendo como es el problema del desempleo un asunto tan primordial para todas las administraciones públicas, no se esté invirtiendo los recursos necesarios para disminuir tal gasto.
Continúa dando datos:
• 40% de las incapacidades en GB es debida a trastornos psíquicos
• 40% de las ayudas va a personas con trastornos mentales
• 6 millones de personas, aproximadamente, sufren ansiedad o depresión, o ambas
• Sólo 25% de los diagnosticados recibe algún tipo de tratamiento. Por ejemplo, en los últimos 12 meses de los diagnosticados de trastorno depresivo sólo un 8% ha sido visto por un psiquiatra; el 3%, por un psicológo
• A pesar de que los trastornos depresivos y ansiosos explican un 1/3 de las discapacidades, sólo representa el 2% del gasto del sistema de salud público
• La mayor parte de este gasto va a trastornos graves como la Esquizofrenia o el Trastorno Maníaco-Depresivo, el 1% de la población, que no es poco
• El coste económico de los trastornos ansiosos y depresivos, teniendo en cuenta la pérdida de trabajo, absentismo laboral, problemas de salud asociados, etc. es de 12 billones de libras al año (!), el 1% del PIB de GB, de los cuales 7 corresponden a las ayudas públicas (pagos o falta de ingresos)
• £750 mensuales/persona es lo que cuesta la incapacidad en términos de ayudas y pérdida de impuestos
• £750 sería el coste del tratamiento, que se autofinanciaría si se consiguiera que esa persona trabajara un mes más o lo que es lo mismo, se incorporara un mes antes a su ocupación laboral.
• 50% de los tratados con técnicas cognitivas-conductales durante 4 meses mejora tanto a corto como a largo plazo; las recaidas son más frecuentes en la depresión que en la ansiedad
Finalmente, las propuestas son:
• Cada servicio que ofreciera terapia podría atender a unos 800.000 personas al año
• En los equipos intervendrían medicos de cabecera, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y terapeutas ocupacionales, entre otros profesionales
• Cada equipo trabajaría de forma multidisciplinar y autónoma
• Si cada terapeuta se hace cargo de unos 80 pacientes cada año, serían necesarios 10.000 nuevos terapeutas; de los cuáles, la mitad pueden ser psicólogos clínicos, y la otra mitad, profesionales sanitarios no psicólogos previamente formados en técnicas psicológicas
• Para evitar una mala praxis de los profesionales, sería necesaria la acreditación de los terapeutas mediante cursos especializados y supervisados
• La puesta a punto del plan de atención a los trastornos depresivos y de ansiedad sería de 7 años
Tras leer el informe me asaltan las preguntas: ¿sería posible un estudio similar en España?, ¿están las administraciones y servicios sanitarios españoles lo suficientemente maduros para incluir en el sistema sanitario público otros tratamientos que no sean los farmacológicos?, ¿de verdad existe el modelo biopsicosocial del que tanto se habla durante nuestra formación?…
Ya para acabar, unas jornadas organizadas por la Fundació la Caixa para el próximo mes de febrero, con el título: “Bioenginyeria o medicina? Jornades sobre el futur de la formació integral del metge”. No sé si podré asistir pero me gustaria saber qué se dice, ya que como psicólogo me preocupa si se reconoce de una vez la necesidad de los profesionales de la Psicología trabajando conjuntamente con los médicos y demás profesionales sanitarios, o si concluyen que los médicos, además de hacer Medicina también tienen que hacer de de psicólogos…