Desde el punto de vista clínico, se diferencian dos tipos de confabulaciones:
– la “provocada” o la que se observa en algunos pacientes amnesicos cuando recuerdan incorrectamente un hecho de su pasado, modificando el momento en que pasó o el contexto;
– la “fantástica“: cuando un paciente no sólo inventa una historia o datos de su biografia irreales e inverosímiles sino que está convencido de su veracidad y actúa consecuentemente.
Este segundo tipo de confabulación se relaciona con la afectación de los lóbulos frontales, áreas relacionadas con el control inhibitorio y el razonamiento lógico, provocando que la persona además de no poder inhibir ideas que incluso pueden resultar absurdas, se quede perpleja e incluso niegue que su recuerdo no sea “irreal”.
El hecho que haya pacientes amnésicos que no confabulen o pacientes “frontales” que no sean amnésicos, indica que la confabulación y la amnesia son entidades disociables.
– la “provocada” o la que se observa en algunos pacientes amnesicos cuando recuerdan incorrectamente un hecho de su pasado, modificando el momento en que pasó o el contexto;
– la “fantástica“: cuando un paciente no sólo inventa una historia o datos de su biografia irreales e inverosímiles sino que está convencido de su veracidad y actúa consecuentemente.
Este segundo tipo de confabulación se relaciona con la afectación de los lóbulos frontales, áreas relacionadas con el control inhibitorio y el razonamiento lógico, provocando que la persona además de no poder inhibir ideas que incluso pueden resultar absurdas, se quede perpleja e incluso niegue que su recuerdo no sea “irreal”.
El hecho que haya pacientes amnésicos que no confabulen o pacientes “frontales” que no sean amnésicos, indica que la confabulación y la amnesia son entidades disociables.