Observado tras lesiones bilaterales de las áreas asociativas posteriores, en la unión parieto-occipital
Características cardinales:
1. Simultagnosia: constricción de la atención visual en un objeto-estímulo con la consiguiente incapacidad para percibir el espacio visual en su totalidad. Es una situación chocante porque son capaces de ver hasta el más mínimo detalle (manchas, objetos minúsculos) pero son incapaces de “ver” en la globalidad por lo que se comportan como si fueran ciegos en la mayoría de situaciones.
2.Desorientación espacial: incapacidad para orientar o localizar los objetos en el espacio y pérdida de memoria topográfica (el paciente es incapaz de describir una ruta conocida). Pueden volver a aprender la disposición de su hogar pero no las calles o lugares poco habituales.
Estas dos características generan una severa afectación para llevar una vida autónoma puesto que afecta actividades tan básicas como el vestirse, prepararse la comida, desplazarse o, por supuesto conducir, con lo que el paciente se convierte en una persona dependiente, siendo plenamente consciente de la discapacidad.
Otras características:
3. Conducta oculomotora caótica: alteraciones en la fijación, iniciación sacádica y precisión del seguimiento visual.
4. Ataxia óptica: incapacidad para guiar las manos con la mirada.
5. Alteración en la percepción de profundidad
6. Otras: déficits en los campos visuales, agnosia aperceptiva o asociativa, prosopagnosia, alexia y otros déficits cognitivos.
La agnosia visual para objetos y la prosopagnosia son importantes fuentes de estrés tanto para el propio afectado/a como para la familia puesto que la incapacidad para reconocer al propio esposo o hijos, por ejemplo, crean una gran frustración. El trabajo del psicólogo/neuropsicólogo aquí es fundamental para entender y aprender a aceptar y adaptarse a la discapacidad.
Para más información sobre el síndrome de Balint: Feinberg T.D. and Farah M.J. (1997) Behavioral Neurology and Neuropsychology. New York: McGraw-Hill.